Cobreloa, Copas y Gloria en pleno Desierto de Atacama
"No somos grandes, somos gigantes", dice el verso que se ve cada domingo en el estadio cuando Cobreloa entra a la cancha. Eso refleja que esta institución nació para ganar, lograr cosas y las pruebas están a la vista.
Es parte de la filosofía que adquirió el club desde su fundación y que lleva a la práctica desde su primer partido preparatorio que le ganó a Antofagasta en el Estadio Regional en febrero del 77.
Son ocho trofeos los que se muestran relucientes en las estanterías del club, que hablan de un equipo ganador, que no se achica ante nadie y que por sobre todas las cosas cuando sale al pasto en cualquier cancha del mundo sale a atacar.
Es tan exitosa la vida de Cobreloa que basta recordar que sólo estuvo el año 77 en la Segunda División y que inmediatamente comenzó a brillar en Primera. Incluso en el 78 y 79 estuvo muy cerca de conseguir el título.